“Señor Jesús, hoy te pido perdón por mis pecados y me arrepiento de mi mala manera de vivir. Límpiame con tu sangre. Abro mi corazón y te recibo como mi Señor y único salvador. Escribe mi nombre en el libro de la vida y a partir de hoy yo soy tu hijo. Te entrego mis cargas, deudas y enfermedades y a cambio yo recibo tu amor, paz y salvación”
¡Felicidades y bienvenido! Todo el cielo se regocija porque ahora eres una nueva creación, perteneces a Cristo y has sido adoptado en la familia de Dios.
Hay un solo poder que puede cambiar el curso de la historia y es el poder de la oración. Todos los días enfrentamos diferentes retos y dificultades y para permanecer necesitamos sostener nuestra vida con una constante oración.
Para nosotros como creyentes e hijos de Dios, orar es más que una obligación, es una necesidad y un verdadero privilegio que tenemos de poder acercarnos para tener una comunión con nuestro Dios.
Es la oración la que mantiene nuestra fe, seguir a Jesús no es un camino fácil, así que para poder continuar y alcanzar grandes victorias es indispensable prevalecer en oración.
No usemos la oración como un último recurso en una situación difícil, sino como un hábito diario en nuestra vida y un momento de intimidad con nuestro Dios en el que podemos entregar nuestras cargas para recibir la paz y el reposo que necesitamos hasta ver nuestro milagro.
Una de las armas más poderosas que Dios nos ha dado es la oración de mutuo acuerdo. Es una oración que Jesús mismo nos prometió que sería efectiva.
“Una vez más les digo, que si en este mundo dos de ustedes se ponen de acuerdo en lo que piden, mi Padre, que está en los cielos, se lo concederá. Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo, en medio de ellos.” Mateo 18: 19-20
Los creyentes que están de acuerdo en un mismo espíritu, obtienen una fuerza poderosa que nadie puede detener. Cuando nos ponemos de acuerdo para orar en un mismo sentir, con un mismo objetivo y un mismo deseo, nuestra fe y oración se unen a la de todos nuestros hermanos que han decidido interceder y creer hasta obtener aquello por lo cual han creído.
Con la oración de mutuo acuerdo solo tendremos resultados si está alineada con la Palabra de Dios. Nuestra fe muchas veces puede debilitarse e incluso desistir, pero cuando nos unimos a creer podemos apoyarnos unos a otros para levantarnos, ayudarnos y permanecer.
Hay un poder especial cuando nos unimos a orar y creer por una intervención de Dios en nuestras vidas. Envíanos tu petición de oración para que juntos veamos que todo lo que pedimos en oración creyendo los recibiremos.
Cuando Dios abre una puerta, envía una respuesta, contesta una oración o hace un milagro, es el mejor momento para glorificarlo, agradecer y compartir con otros esta gran alegría. Recuerda, tu testimonio llenará de fe y esperanza a aquellos que aún están creyendo por su milagro ¡Compártelo! Eso que has recibido será inspiración, refrigerio y esperanza para muchos.
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Nos alegrará mucho recibir tu testimonio, así que no lo dudes ¡Comparte tu testimonio!
Te invitamos a visitar nuestra sección de oración, donde podrás escribirnos para unirnos a tu oración. Además encontrarás oraciones y confesiones de victoria que te ayudarán a fortalecer tu espíritu para recibir tu milagro.
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